IDA Y VUELTA A LA LUNA


Opel, el fiable. Eso no ha cambiado hasta hoy. Cuando se trata de solidez y alto rendimiento, la marca del rayo está entre los primeros puestos. Tres ejemplos actuales muestran que incluso los coches pequeños y los compactos son capaces de aguantar las distancias más largas.

 

EL MAESTRO CAMPANERO Y SU ASTRA

Kilometer-Held Nummer 1: der Glockengießermeister Hermann Schmitt und sein Astra 1.7 CDTI.

Un buen equipo de viaje: el maestro campanero Hermann Schmitt y su Astra 1.7 CDTI.

 

En este pequeño municipio rodeado de maares, los lagos de cráteres testimonio de la era volcánica, solo viven unas 200 personas. Y, sin embargo, es un lugar conocido en todo el mundo. De las cinco fundiciones de campanas que todavía existen en Alemania, dos se encuentran aquí. Una de ellas está regentada por la familia Schmitt. El jefe del clan, Hermann Schmitt, es desde hace años un fiel conductor de Opel. Su coche actual, un Astra 1.7 CDTI 16V de 100 CV, lo compró el 12 de mayo de 2005 en el concesionario Knötgen de Opel, en el pueblo vecino de Daun. Y en marzo de 2013 alcanzó los 500.000 kilómetros. “Los días de trabajo hago entre 100 y 300 kilómetros; tenemos que preparar la fundición con nuestros clientes, medir el molde y presentar las ofertas; se juntan varias cosas”, relata este enérgico hombre de 73 años con el melodioso acento del Eifel.

El maestro campanero no deja que le pase nada a su coche. “Hasta el encargado de la ITV se quedó sorprendido cuando estuve allí el año pasado”, dice satisfecho. Por supuesto, pudo volver a casa con una nueva pegatina y pasó la revisión “sin defectos”. Mientras tanto, el cuentakilómetros de su Astra indica ya más de 541.000 kilómetros, y el coche no da señales de estar cansado. Por lo tanto, no tiene motivos para buscar un nuevo vehículo. Máxime porque está totalmente satisfecho con el consumo de diésel del robusto cuatro cilindros. “Hace poco viajé sin repostar desde la frontera hasta Burdeos, lo que viene a ser un consumo 4,5 litros por cada 100 kilómetros”, dice. Esta satisfacción también se extiende al resto de la flota de la familia Schmitt: un Corsa, un Zafira y otro Astra. Como anécdota simpática: todos los Opel de la empresa familiar de fundición de campanas se encuentran en la calle Campana 14 de Brockscheid. “Y si alguien quiere pasar a ver cómo se hace una campana, puede aprovechar para echar un vistazo a los kilómetros de mi viejo Opel”.

 

EL VIAJERO A CASA Y SU CORSA

Kilometer-Held Nummer 2: Seit zwölf Jahren pendelt Manfred Runzheimer (hier mit Frau Anne) mit seinem Corsa C täglich 330 Kilometer zwischen Wohnort und Arbeitsstelle.

Desde hace doce años, Manfred Runzheimer recorre a diario con su Corsa C 330 kilómetros entre su lugar de residencia y su trabajo para poder pasar la velada con su familia (en la foto, con su esposa Anne).

Manfred Runzheimer es técnico electricista y reside en una pequeña localidad próxima a Biedenkopf. Su lugar de trabajo, sin embargo, está a 165 kilómetros más al sur. Su puesto en el parque industrial Höchst le gusta mucho, pero, como amante de su tierra natal Hesse, no quiere dejar su hogar y mucho menos volver a casa solo los fines de semana. Por eso recorre todas las mañanas 165 kilómetros hasta la región de Rin-Meno y otros 165 kilómetros por la noche de vuelta. En total son casi tres horas diarias de viaje, aunque a Runzheimer no le importa con tal de pasar la velada con su familia. Para hacer el trayecto al trabajo no utiliza un coche de gama media como el Insignia, sino que recorre la autopista al volante de un Corsa Sport 1.3 CDTI de 75 CV.

El coche lo compró en 2002 en el concesionario de Opel Müller en Biedenkopf. Las únicas complicaciones desde entonces: dos accidentes (no causados por él) y un contacto suelto en el tablero de instrumentos que impedía que el motor arrancara. En todo caso, una nimiedad para los cerca de 400.000 kilómetros que marcaba el cuentakilómetros. En algún momento los golpecitos en el salpicadero ya no sirvieron para corregir el fallo. “Cuando el piloto se volvió a encender en uno de los viajes al trabajo, pensé, si apago ahora el motor no va a volver a arrancar”. Así que dio media vuelta y no paró hasta llegar al taller de Opel Müller. “No tuve que llamar a la grúa, preferí sacrificar un día de vacaciones”. En la actualidad, Manfred Runzheimer ha hecho 710.000 kilómetros con su Corsa: “Un poco más de la distancia de ida y vuelta a la Luna”, comenta. Ya está acostumbrado a los trayectos y viajes largos. A pesar de ello, sufrió una pequeña decepción: poco antes de que el cuentakilómetros marcara 700.000, su esposa Anne se puso al volante; tocaba celebrar el momento con una copita de cava. Pero el indicador de distancia no saltó de 699.999 a 700.000, sino a… cero. Nadie, ni siquiera el proveedor del cuentakilómetros, se había imaginado que un turismo como este pudiera hacer tantos kilómetros. La electrónica no estaba preparada para cubrir tal distancia. Pero el caso es que Runzheimer ya había llegado a alcanzar los 545.600 kilómetros con su anterior coche, un Corsa de la serie B.

 

EL VIAJANTE DE NEGOCIOS Y SU CALIBRA

Thomas März besucht seinen Calibra 2.0 in der Classic-Werkstatt. 15 Jahre und 777.000 Kilometer lang hat er ihm treue Dienste geleistet.

Thomas März visita su Calibra 2.0 en el taller de Opel Classic. El coche le ha acompañado fielmente durante 15 años y 777.000 kilómetros.

Que los motores diésel no son los únicos que tienen mucho aguante es algo que ha podido comprobar Thomas März con su Calibra 2.0. “Me gusta mucho conducir y con el Calibra no solo he hecho viajes de negocios, sino que también he viajado muchas veces al sur de Italia”, dice este ex futbolista aficionado. Fue gracias al club de fútbol que consiguió el Calibra. “Nuestro patrocinador era un concesionario de Opel que nos ofreció unas condiciones de compra muy buenas”. Así fue como el 13 de septiembre de 1991 el coupé deportivo de color verde Neptuno metálico llegó al garaje de este amante de los coches de 48 años.

Sus caminos volvieron a separarse 15 años más tarde, después de 777.000 kilómetros y un sinfín de momentos inolvidables al volante. “No podía desprenderme del coche. Al principio solo tenía intención de utilizarlo uno o dos años, porque era un modelo muy deportivo para aquel tiempo”, explica März. De repente un buen día llegó a los 100.000 kilómetros y se dijo que todavía podía aguantar. “Quería ver si era capaz de lograr los 200.000 kilómetros”. Y fueron muchos más. “Pero, como es normal con este kilometraje, cuando a los 400.000 ya no pude seguir usando el aire acondicionado porque el antiguo refrigerante ya no estaba permitido, pensé, vale, ya no merece la pena”. Sin embargo, consiguió hacer 378.000 kilómetros más sin aire acondicionado. Thomas März se despidió de su coche favorito en 2006. No tuvo valor para llevarlo al desguace. En lugar de eso, este viajante nacido en Wiesbaden se dirigió con su coche a Rüsselsheim, donde el Calibra ha terminado sus días en la colección de clásicos de Opel. Aunque puede ser que todavía tenga un gran futuro por delante. “Salvo el embrague y un par de daños en la pintura, el coche está en muy buenas condiciones”, dice Stefan Vietor, experto en vehículos antiguos y clásicos de la colección Opel. El interior también está en perfecto estado. Unos requisitos ideales para seguir viajando y participar, por ejemplo, en rallys y reuniones de clásicos. Puede que entonces el viejo Opel consiga redondear hasta el millón.

 

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HÉROES DE LA DISTANCIA

Astra_Grafik

Astra 1.7 CDTI 16V
de 100 CV
en circulación desde mayo de 2005
541.000 km

Propietario:
Hermann Schmitt

Corsa_Grafik

Corsa Sport 1.3 CDTI
de 75 CV
en circulación desde agosto de 2002
710.000 km

Propietario:
Manfred Runzheimer

 Calibra_Grafik

Calibra 2.0
en circulación desde septiembre de 1991
777.000 km

Propietario:
Thomas März