- He knows how to get Opel running hard and fast: Herbert Fabian helped along the brand’s presence in the motor sports arena for 25 years. Now, in the Opel Classic workshop, he meets his former companion and friend…
- … Walter Röhrl once again – and for a special occasion. The former rally world champion bought Fabian’s favorite car, a silver 1973 GT. Fabian had been restoring the Coupé for years, and the separation wasn’t easy for him.
- “The GT deal came about after I had invited Walter to my birthday in Trebur last October,” reports Fabian. The former mechanic confessed to the rally legend during a conversation that climbing into his greatest Opel treasure had since become difficult for him. “When I said that I wanted to sell the GT, Walter interjected immediately: ‘The buyer’s right in front of you.’”
- For Röhrl, a long-cherished dream comes true. “There are three reasons why I wanted to have the GT. The first is that, in my youth, everyone, even me, dreamed about this Coupé. And now I’m fulfilling my long-time dream.” Furthermore, it’s that “the car reminds me of my time and joint successes with Opel, but also of my friendship with Herbert Fabian.”
- Then rally racing fiends, now classic friends: The photo from the 1970s, placed by the photographer on the rear of the GT, shows Fabian (left) and Röhrl during a race break.
- Working through the family: The vehicle changes hands in the Opel Classic shop, a symbol of how deeply connected Herbert Fabian is to the company. His son Thomas (50), with Opel since 1981, works in the powertrain, and grandson Lars (19), who completed his training as an automotive mechatronics engineer, greet Walter Röhrl. Incidentally, Herbert Fabian’s father Wilhelm also built cars in Rüsselsheim in the 1920s.
- The automotive quartet: Even Dr. Karl Thomas Neumann, GM Executive Vice President & President Europe, (left) and GT designer Erhard Schnell weren’t going to miss out on the event. When Röhrl is offered some water over coffee and cake, the rally icon answers the question “With or without fizz?” with a dry, “Nothing works for me without gas.”
- Living history: Harald Hamprecht, General Director Internal & Corporate Communications (second from left), joins Jens Cooper of the Opel Classic workshop in contemplating photos from the time when Herbert Fabian and Walter Röhrl shaped motor sports for the brand with the lightning bolt.
- Southern Hessian with a North German dialect: Fabian was born in the town of Wiebelsbach in the Odenwald mountains in 1934, but grew up in Papenburg (Emsland), where he completed his training as an automotive mechanic. In the 1960s, he moved back to Hesse with his wife.
- On his success with Röhrl: “Back then Walter was at the height of his driving skills, and I just did my job as usual.”
- “The years leading up to seizing the world championship in 1982 were intense,” says Fabian. “Hard work, losses, doubt, but likewise many conversations, mutual trust, and fun, everything that binds people together.”
- The mechanic and his world champion driver: Fabian and Röhrl pose together in front of an Ascona 400, the car with which they and their team brought home the title.
Cuando Walter Röhrl habla de su antiguo mecánico jefe de Opel, la leyenda del automovilismo se acelera al hablar de la “locura en la maleza del África Occidental”. Octubre de 1982: el rali de Costa de Marfil es la penúltima carrera del Campeonato del Mundo y ha comenzado hace pocas horas. Röhrl (Ascona 400) y su contrincante Michèle Mouton (Audi Quattro) disputan un duro duelo por la victoria en los tramos y en la clasificación general. “Y entonces se me rompió el eje trasero en mitad de la selva”, señala Röhrl.
RÖHRL NO PUEDE SEGUIR, QUE VAYA FABIAN
Es una catástrofe. Pronto le rodean los periodistas de la caravana de prensa para preguntarle qué se siente al perder el Campeonato del Mundo. “Recuerdo cómo intentaba aparentar calma hacia afuera, pero en realidad me sentía derrotado”. La única esperanza de Röhrl: “Que venga Herbert pronto y arregle esto”.
El milagro sucede y el resultado es historia: en condiciones dificilísimas, el equipo de reparaciones y el mecánico jefe Herbert Fabian consiguen montar un nuevo eje trasero en el Ascona 400, Röhrl y su copiloto Christian Geistdörfer consiguen ganar la carrera y con ella el Campeonato del Mundo para Opel.

1971, Herbert Fabian, mecánico jefe de Opel para Automovilismo.

1973, Walter Röhrl, conductor de Opel.
“Como compañero de viaje, Herbert era el número uno. Jamás perdía la calma, ni siquiera con las averías técnicas más delicadas”, afirma Röhrl. “Era quien solucionaba los problemas, en él se apoyaban todos los demás. Y eso es justo lo que se necesita si quieres estar entre los grandes”.
MÍSTER MODESTIA
Herbert Fabian, de 81 años, quita importancia al cumplido. “En aquel momento, Walter estaba en el punto álgido de su potencial como piloto; yo simplemente hacía mi trabajo como siempre”. Una buena dosis de modestia para quien, hasta su retirada en 1992, se encargó de poner en marcha el automovilismo en Opel durante un cuarto de siglo.

1982, el Campeonato del Mundo de Ralis se decide en Costa de Marfil: Walter Röhrl y su copiloto Christian Geistdörfer en un Ascona B aceleran después de las reparaciones de Herbert Fabian.

1974, rali de Ypres, Bélgica: el eje delantero daba problemas. Uno de los pocos fallos que sufrió el Ascona A aquel año. El equipo de reparaciones de Herbert Fabian (en primer plano con el neumático) se pone manos a la obra.
En la empresa desde 1963, primero como piloto de pruebas y luego como mecánico, Fabian se lanzó al mundo de los coches de carreras de Opel poco después. En 1967 asistió a la pareja Hans Beck y Herbert Heuser, que en un Kadett B 1,1 corrieron, entre otros, el rali dei Fiori. El trabajo de Fabian: llenar el depósito, cambiar los neumáticos y, cuando algo se atascaba o se rompía, hacer un diagnóstico y repararlo rápidamente.
INSOMNE EN ITALIA
Los ratos libres se limitaban a menudo a una siesta al borde de la carretera o en la zona reservada a los pilotos. Hasta entrada la noche, Fabian se encargaba de cuidar el motor, cambiar amortiguadores, cables, tubos “y hasta dejaba el coche radiante como un limpiacoches”.

1967, rali dei Fiori, Italia: Hans Beck y Herbert Heuser (de izquierda a derecha), empleados del departamento de pruebas de Opel, se suben a un Kadett B cupé.

Comienzos de los 70, Rüsselsheim: mecánicos y constructores del desarrollo de vehículos y motores de Opel alrededor de los motores de flujo cruzado de 2 litros. Herbert Fabian está a la izquierda.

1975, rali de Acrópolis, Grecia. Por poco: este era el aspecto del coche de Fabian tras el accidente.
Y así siguió. De los 365 días del año, Herbert Fabian pasaba la mitad de gira con Opel, un año tras otro. Disfrutaba el circuito, tenía mucho de aventura. Por ejemplo, el rali Tour d’Europe: 15.000 kilómetros en doce días atravesando los Balcanes, Kuwait, el norte de África, Europa Occidental y con meta final en Travemünde. El peligro formaba parte del día a día. En el rali Acrópolis, a mitad de los 70, el coche de servicio de Fabian chocó con un camión de hormigón y, en el último segundo, Fabian saltó del asiento del piloto al del copiloto para salvar la vida.

El gato del coche también hay que arreglarlo. Fabian, con zapatillas y chándal, cuida de su equipo durante un rali.

A principios de los setenta, veteranos del automovilismo de Opel: Herbert Fabian (derecha), Jochen Berger (centro) y Friedel Meuer.
En la familia Opel Automovilismo también era conocida la vena cómica de Fabian. Como cuando, comprobando el cableado en un rali, echó el humo del cigarro por una boquilla de aire del salpicadero. “Nunca, ni antes ni después, he visto a un electricista salir tan rápido de un Opel para desconectar la batería”.
OPEL EN EL CORAZÓN Y EN EL DÍA A DÍA
Todo eso fue posible porque su familia estaba orgullosa de Herbert Fabian y le daban plena libertad. “Somos todos de Opel, de corazón y en nuestra vida diaria”, afirma. Su padre, Wilhelm, trabajó en Rüsselsheim desde 1924. Hoy en día, su hijo Thomas (Powertrain) y su nieto Lars (mecatrónica de automoción) también trabajan en la empresa.

1974, Bernhard Zech y Herbert Fabian (de izquierda a derecha) se ocupan de su coche de servicio, un Admiral con la parte trasera de un Rekord D Caravan.

El equipo de Opel alrededor del piloto de ralis Jean-Pierre Nicolas (centro); Herbert Fabian está a la derecha. Esta foto autografiada pertenece al archivo privado del compañero de Opel Classic Jens Cooper.

Tras la victoria en el Campeonato de Europa de Ralis de 1974. El equipo Opel con Walter Röhrl, Jochen Berger (2.º por la derecha) y Herbert Fabian (3.º por la derecha) junto al Ascona A.

1982, Montecarlo: Walter Röhrl y Christian Geistdörfer ganan por segunda vez el rali de Montecarlo en un Ascona B 400 Rothmans y se convierten en campeones del mundo.
Para Fabian, la época “más emocionante y exitosa” fue su colaboración con Walter Röhrl. Fue él quien le asistió en 1974 en su camino hasta lograr el Campeonato de Europa en el Ascona A. “Los años hasta el triunfo en el Campeonato del Mundo de 1982 fueron muy intensos”, cuenta Fabian. “Trabajo duro, fracasos, dudas… Pero también muchas conversaciones, confianza mutua y diversión, todo al mismo tiempo”. Mantienen la amistad hasta hoy. Cuando hace poco Röhrl compró el GT restaurado por Fabian, la entrega se realizó en el taller de Opel Classic.
ESTA VEZ NO LO NIEGA
En este encuentro, el antiguo campeón de ralis afirmó: “Opel está otra vez en disposición de fabricar vehículos competitivos, para la carretera y para la pista. Con empleados que representen el espíritu de la marca podremos continuar en la senda de aquellos tiempos gloriosos”. Esta vez, su mecánico jefe no rechaza los cumplidos. Herbert Fabian ríe y asiente.