Enhorabuena por el premio. ¿Qué tiene de especial el Golden Award de EMAS?
Lo que tiene de especial este premio es que reconoce nuestros años de compromiso. Desde 1999, la planta ha obtenido todos los años la certificación de EMAS. Las condiciones para mantenerse ahí tanto tiempo implican trabajar duro. Los criterios de la Comisión Europea son muy estrictos, van más allá de los requisitos de la norma ISO 14001. No solo verifican que se estén cumpliendo todas las disposiciones legales, directivas, etc. , también que hay transparencia informativa a través de la Declaración Ambiental. Además, también cuentan con un equipo de auditores que realiza entrevistas in situ para comprobar que el tema realmente se esté viviendo. No solo entrevistan al director, Antonio Cobo en nuestro caso, sino que también hablan con trabajadores, coordinadores y mandos intermedios. Así los auditores se aseguran de que la protección medioambiental no sea un tema que solo viene de arriba, sino que penetra en todos los niveles de trabajo.
Durante el proceso de auditoría de verificación, se audita tanto la planta como a los proveedores. ¿Es complicado encontrar socios comerciales que estén a la altura?
Sí y no. La planta es muy grande, así que también trabajamos con muchos contratistas y a menudo se incorporan nuevos, lo cual complica más el asegurar el correcto comportamiento ambiental. Por otro lado, lo que distingue a nuestros proveedores y contratistas habituales es que les interesa la protección del medio ambiente. Por eso les ofrecemos formación, con la que hemos obtenido muy buenos resultados.
Eso suena a mucho trabajo. ¿Cómo lo consiguen?
Desde 1999, existe un comité medioambiental con responsables de medio ambiente de los distintos departamentos: ingenieros, personal de mantenimiento, supervisores o especialistas que reciben formación especial en materia de medio ambiente y sostenibilidad. En total, alrededor de 20 personas sin las cuales nuestro éxito no sería posible. Trabajan muy duro y nos informan sobre los progresos y los retos que se plantean en sus áreas de trabajo.
Además para la concienciación ambiental, no solo la formación es relevante, si no también es vital la comunicación a través de los distintos canales (videos, revista interna, newsletters…); lo que supone una estrecha colaboración con el departamento de comunicación.
¿Cree usted que entre los empleados de la planta predomina una concienciación especial respecto al medio ambiente?
Sin duda. Ese es precisamente el feedback que obtuvimos en la última auditoría, Nos dijeron que hablando con los empleados se nota que es un tema que les importa mucho, que se sienten parte del entorno natural y que quieren contribuir a protegerlo con su trabajo. Así que el Golden Award de EMAS es el resultado de un trabajo en equipo del que nos sentimos todos muy orgullosos.
Ponga un ejemplo de las actuaciones que consiguieron convencer a los auditores.
En 2014, tras muchos años trabajando duro, conseguimos el estatus de “Landfill free”, que significa que ningún desecho de la planta va al vertedero, sino que todo se recicla. Otro tema importante es evidentemente la reducción del consumo energético. Hace 20 años que tenemos un comité en materia de energía que lanza iniciativas, de forma similar a como lo hace el comité medioambiental. Un gran logro de esta área es que contamos con el certificado de la norma ISO 50001 desde el año 2012. Somos la única planta del mundo que ha podido reunir las tres distinciones más importantes en este campo (EMAS, ISO 14001 e ISO 50001).
¿Cuál es el secreto de su éxito (medioambiental)?
Tiene menos que ver con la tecnología – la cual en las plantas de este tipo y tamaño es siempre muy similar – que con la concienciación y el compromiso de los empleados. Sin duda, esa es la clave. Queremos seguir potenciando ese sentimiento y, por eso, vamos a organizar un acto el día mundial del medio ambiente, el próximo 5 de junio.
¿Qué le estimula de su trabajo?
Soy coordinadora de medio ambiente desde el 2009; cuando llegué me impresionó ver lo que se había conseguido desde 1999. Por eso mi meta era – y es – continuar con ese formidable trabajo. Me estimula saber que los consumidores cada día dan más importancia al tema del medio ambiente. Hoy, cuando alguien elije un coche, un factor que interviene en su decisión de compra es si se ha fabricado de una forma respetuosa con el medio ambiente. En el futuro, esto tendrá cada vez más peso. Por eso me alegro de poder contribuir paso a paso al futuro y éxito de la marca y a concienciar sobre la responsabilidad que tenemos para con nuestro planeta.
¿Qué planes tienen ahora?
Nos gustaría poder montar una sala de reuniones hecha enteramente con muebles fabricados con desechos reciclados de la fábrica, como cartón, plásticos… Así tendríamos un símbolo palpable de lo que estamos hablando y seguro que queda muy bonita y práctica.